Pandemia y moda.
Desfiles virtuales o con pocos invitados, ventas online y mascarillas como el nuevo accesorio fetiche.
Nada será lo mismo después de este 2020. Ninguna industria se ha salvado de empezar a convivir con nuevas reglas desde que llegó el Covid-19 (y amenaza con quedarse) y la moda no es la excepción.
Atrás quedarán por un largo tiempo los desfiles multitudinarios, las grandes alfombras rojas donde los diseñadores se lucían de la mano de las estrellas del momento y jugar en los probadores con distintos looks hasta encontrar el que más nos gusta y comprarlo.
En definitiva..., los últimos meses han sido extraños y muy particulares para todo el mundo. Hemos tenido que trasladar prácticamente nuestro día a día al interior de nuestros hogares. Trabajar, cocinar, incluso convivir con amigos y familiares son actividades que se han transformado sustancialmente, unas para bien y otras también.
Muchas veces nos vestimos para los otros. Armamos nuestras combinaciones pensando simplemente en el “qué dirán”. Los comentarios y apreciaciones que los otros tengan de nosotros y de lo que vestimos no son necesariamente malos, pero tampoco lo son todo. Así, durante estas semanas, hemos encontrado al mejor crítico de modas, uno que está del otro lado del espejo: nosotros mismos.
Quizás en estas últimas semanas vimos el otro lado de la moneda, y gracias a eso tuvimos que adoptar nuevas formas de comprar nuestra ropa favorita desde casa, la compra online.
Estar muy pendientes de las tallas, ver la disponibilidad y esperar a que llegue nuestro paquete son los peros que se vienen primero a la cabeza a la hora de hablar de compras de ropa en línea. Sin embargo, son cosas muy fáciles de solucionar, y se ven superadas con creces cuando enumeramos las facilidades y ventajas de este formato.
Te apuntas...?
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